Muchos padres cuando piensan con sus hijos en las
actividades extraescolares que pueden hacer estos, buscan que se diviertan
pero, además, que puedan adquirir algunas herramientas que les ayuden en su
desarrollo. Sin duda, el teatro es una de estas actividades por todas las
habilidades que ayuda a desarrollar y todo lo que integra.
Aprendo Jugando
Entre los 18 meses y los dos años aparece en el niño
el juego simbólico, este permite al pequeño representar situaciones reales
o ficticias ayudando así a comprender el entorno en el que vive, (un niño
extiende los brazos y hace como si fuera un súper héroe, una niña con una
mantita entre los brazos hace como si acunara a un bebé…).
El niño aceptará unas reglas que serán un paso importante
para el respeto de las normas de la sociedad adultaEste juego va
evolucionando a medida que se desarrolla el lenguaje y el niño crece,
dando paso a un juego más complejo donde la relación del niño con sus iguales
tomará cada vez más importancia, ayudándole a sí en su desarrollo social. A
partir de los 4 años ya entienden que una persona puede representar varios
papeles y que cada uno requiere una actitud diferente.
Alrededor de los siete años “las reglas” tomarán importancia
en el juego, estas le permitirán al niño una mayor adaptación social. El niño
aceptará unas reglas que serán un paso importante para el respeto de las normas
de la sociedad adulta.
A través del juego el niño descubre el teatro, de una manera
natural el niño ensaya diferentes roles, imita a otros, crea nuevos personajes,
representa situaciones de su día a día, imagina, se expresa, etc.
En el teatro infantil los niños representan una obra donde a
un grupo de personajes les van sucediendo cosas. Muchas veces la obra trasmite
valoreso tiene una moraleja final donde los niños pueden identificarse con los
personajes, aprendiendo así de la experiencia de estos.
Beneficios de esta actividad para los niños:
Ayuda a desarrollar la expresión verbal, favoreciendo
que el niño mejore la manera de comunicarse (dicción, fluidez, claridad,
vocabulario….).
Ayuda a desarrollar la expresión corporal, facilitando
que el niño tome conciencia de su cuerpo y de la expresión de sentimientos
y sensaciones a través de este.
Ayuda a los niños a relacionarse con sus compañeros,
teniendo además juntos un objetivo común, aprendiendo a través del trabajo
en equipodonde unos se ayudan a otros y se aprecia el trabajo de todos.
Los niños aprenden a conectarse con sus emociones y a
reflexionar sobre ellas al tenerse que poner en el lugar del personaje que
representan, llegando a comprender diferentes maneras de ver el mundo en el que
viven.Permite a los niños a sentirse más seguros ayudándoles a
desinhibirse y a ganar confianza en sí mismos.
Ayuda a entender y valorar la constancia en el trabajo,
aquí la meta no es inmediata sino que uno ha de trabajar durante un tiempo para
conseguir el objetivo.
Estimula la creatividad y la imaginación, tan importante hoy
en día donde la mayoría de juguetes dejan pocas opciones para esto.A través de
las obras que se representan y del trabajo en equipo los niños pueden aprender
muchos valores: igualdad, respeto, colaboración, responsabilidad, compromiso,
tolerancia…
Hace unos meses entré en una clase de teatro para niños,
durante el rato que estuve allí me fueron sorprendiendo muchas cosas, en primer
lugar, la buena relación entre los niños y niñas de la clase, muy diferentes en
edades (desde los 3 hasta la adolescencia), los pequeños imitando a los
mayores, algunos niños mayores cuidando a los más pequeños, juegos entre unos y
otros, risas... Un ambiente muy familiar.
El teatro ayuda a que cada niño se muestre tal como esPude
observar un vínculo especial entre el profesor y sus alumnos donde la
confianza y el respeto hacia él parecen la base de esta relación. Ejercicios
muy interesantes que ayudan a los niños a conectarse con su cuerpo y sus
emociones, a saber más de sí mismos, otros destinados a perder la vergüenza,
ejercicios de baile con la música de fondo etc. Y bajo estos ejercicios guiados
por el profesor un gran respeto a que cada niño se muestre tal como es.
Un profesor atento y sensible muy pendiente de mostrar
reconocimiento a sus alumnos.
Hoy, Luis Montiel, profesor de esta clase nos cuenta en
primera persona sus inicios en el teatro, como son sus clases y los beneficios
que estas aportan a los niños:
“En el teatro empecé en el colegio desde que era pequeño,
con las obras de Navidad y fin de curso, cada vez me gustaba más y con 13 años
me inicié más profesionalmente yendo a la escuela Estudio Liberarte con un
horario un poco duro, salía sobre las 11 de la noche, y mientras estaba allí
aprovechaba para poder estudiar ya que nunca he dejado de hacer mis
obligaciones. En esta escuela tuve como profesores a: Daniel Cicaré,
Martijn Kuiper, Emilia Mazzerentre otros y tuve seminarios con Federico
Luppi y Ricardo Darín. Cada día era diferente y eso es lo que hacía
que esto me gustase tanto”.
“El teatro para los niños es un complemento necesario para
su formación ya que les ayuda a descubrir muchas habilidades que no saben
que tienen o a veces lo saben pero les da miedo demostrarlas. Esta actividad
les aporta seguridad y motivación personal”.
“La confianza que los niños van adquiriendo es lo primordial
para mí, no me interesa solo que hagan una obra al final de curso, valoro
que se formen como personas, que poco a poco sean capaces de valorarse a sí
mismos, que pierdan el miedo a lo que digan los demás”.
“Es muy bueno que haya niños y niñas de diferentes edades,
todos aprenden de los demás sin darse cuenta, los pequeños de los mayores y
viceversa. Esto hace que mantengan una relación de amistad muy buena.
También las familias se adentran en ese mundo de amistad de sus hijos al
participar muchas veces ayudando con los disfraces, decorados…”.
“El trabajo con niños y niñas de diferentes edades es
difícil, por lo que tengo que hacer juegos para conseguir las diferentes
técnicas. A través del juego les guió por diferentes situaciones,
haciendo que vayan consiguiendo demostrar las distintas emociones que busco.
Así puedes ver a un niño llorar, reír, asustarse, enfadarse... sin tener que
decirle que lo haga.
“La relación que mantengo con los alumnos es de mucho
cariño, yo diariamente aprendo con ellos, pasamos muchas horas juntos, sobre
todo en las épocas de más ensayos y eso hace que el vínculo entre todos sea más
estrecho. Si ellos se sienten queridos se sentirán seguros y más motivados y
además te verán como una figura importante en su
formación”.
El teatro es una actividad muy completa que potencia
muchas aptitudes, favorece el desarrollo psicomotor, emocional, cognitivo
y social de los niños, bajo un escenario de juego y diversión.
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